La primera novela de la trilogía "Príncipe de nada" cuenta diferentes puntos de vista (es una novela río, al igual que la saga "Canción de hielo y fuego") en un mundo en el que se empieza a gestar una guerra santa.
La novela está bastante bien, pero es un poco densa. La complejidad de los personajes hace que a veces cueste un poco seguir la trama. Además el autor no introduce ni aclara ningún aspecto sobre el amplio mundo en el que acontece la novela, de manera que durante las 200 primeras páginas el lector está un poco abrumado por todos los nombres, acontecimientos e historias que se van desarrollando.
Pasado ese escollo de desorientación poco a poco el lector va ubicándose en la trama, pasada y presente del libro y puede empezar a disfrutar de él.
Sin duda seguiré leyendo el siguiente libro de la saga, así que le damos un cuatro y me pongo con la segunda parte de "Túneles": "Profundidades", el libro que me regaló mi cuñado por mi cumpleaños.
25 marzo 2009
"En el principio fue la oscuridad" de R. Scott Bakker
Etiquetas: Literatura
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