El corralito produjo en todos los argentinos una tremenda desconfianza en todo lo que tenga que ver con los bancos. Este lamentable suceso y una diferente manera de ver la vida han hecho que el sistema de pago con tarjeta (tanto de débito como de crédito) sea algo diferente al de España.
Cualquier cosa que se pague con tarjeta en Argentina se puede pagar en varias cuotas. Cuando uno paga con tarjeta de crédito el vendedor pregunta "¿quiere pagarlo en cuotas?", a lo que el comprador siempre tiene que responder "¿tiene algún recargo?"; este repetitivo diálogo es debido a que en algunas tiendas y con ciertas tarjetas el pago en coutas puede estar recargado con un porcentaje o no. Cabe aclarar que esto es solamente aplicable cuando se usa tarjeta de crédito, ya que con las de débito no tienes esta opción de las cuotas.
Adiccionalmente a esta facilidad de pago (nos hubiera sido muy complicado comprar nuestro frigorífico sin dividir su precio en 12 coutas mensuales) algunas tiendas además te ofrecen descuentos si la tarjeta que usas es de uno u otro banco. Por ejemplo cuando compro en el Carrefour los jueves con mi tarjeta de débito del banco Santander Río, tengo un 15% de descuento. Cuando voy a la cadena de cines Village de lunes a viernes compro una entrada y me regalan otra. Etcétera.
Pero la mayor diferencia que hay en el sistema bancario es el tema del débito automático. Los argentinos, salvo en contadas ocasiones, prácticamente no usan este servicio. Para pagar la luz, el gas, el teléfono y las facturas mensuales de las tarjetas de crédito, acuden a pagar a los Pago fácil (o Rapipago, o Bapro pago...). Pero estos son otra historia.
Seguiremos informando. Corto y cierro.
20 septiembre 2007
Y los jueves, 15% de descuento en Carrefour
Etiquetas: Cosas argentinas
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