Ayer mismo teníamos todo el día para mi mujer y para mi, así que decidimos tratar de recrear un plato que lleva en mi familia generaciones y generaciones (que yo conozca al menos tres): las albóndigas en salsa de tomate.
Pedí la receta a mi madre, compré los ingredientes y el resultado fue bastante favorable. No salieron tan ricas como las de mi madre y menos aún que las de mi abuela, pero la verdad es que estaban muy buenas (y calentitas, que por este lado del océano buena falta hace).
Aquí dejo una foto del proceso. Salieron tan ricas como parece.
07 agosto 2006
La albondigada
Etiquetas: Yo mismo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
No quiero desilusionarte. Si la foto está realizada "durante" el proceso me parece bien, pero si esta realizada una vez "finalizado" el proceso..............., la verdad es que no están todo lo bien que se ven las de mamá y las de la abuela. Deben de estar más cubiertas de salsita, pero bueno, para ser ña primera vez.........supongo que no estarían tan mal. En fin Romina que ya conoce las de Mama podrá informarnos del resultado final.
No, tranquilos, ese es el paso previo antes de añadirle agua al tomate. Ahí habíamos terminado de freir el tomate y las albóndigas y estábamos uniendo el resultado. Ahora se le añadía un poco de agua hasta que cubra las albóndigas.
Publicar un comentario