27 febrero 2007

Día de lluvia

 Hoy Buenos Aires se ha despertado con una lluvia torrencial. Desde anoche, de madrugada, llueve intensamente y el viento sopla con fuerza, haciendo que el uso del paraguas sea inútil. Además la temperatura ha bajado hasta los 18°C. Este estado meteorológico ha hecho que me de cuenta de un par de cosas curiosas.

  • La primera es que la temperatura aquí es capaz de bajar 10 grados de la noche a la mañana. Literalmente. Te acuestas por la noche con un calor de 28 grados y te despiertas por la mañana con un fresco de 18.
  • La segunda es que la lluvia es demoledora para el correcto funcionamiento del transporte. En Buenos Aires todo se colapsa cuando llueve un poco más de cuatro gotas. En palabras de Clarín, "Por las fuertes lluvias, hay demoras en varios servicios y problemas en el tránsito porteño".
 No se si el problema es que el sistema de alcantarillado es deficiente (donde yo vivo es muy común que las calles se inunden y se formen grandes lagos en ciertas esquinas) o si es porque la gente se vuelve loca cuando está lloviendo (los argentinos cuando llueve, en lugar de ir más tranquilos y con más precaución, parece que quieren demostrar su habilidad conduciendo y van más rápido de lo aconsejable) pero lo más común es que siempre tardes más tiempo del necesario un día de lluvia.

 Seguiremos en contacto. Corto y cierro.

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