Que no te engañe el calendario ni el reloj. El Alemania-Argentina ya se está jugando en Buenos Aires.
El partido empezó dentro de cada argentino desde hace unos días. Hay una sensación de espera, de ansiedad y desasosiego que se puede respirar. Todos los bonaerenses ven el partido de mañana como si de una final se tratase. Todos tienen mucho miedo, no de Alemania (los argentinos respetan, pero no temen a sus rivales futbolíticos), sino de que el árbitro no sea todo lo neutral que debería ser. De que por ser Alemania el equipo anfitrión haya ventajas para ellos. Esperemos que no sea así y que de verdad gane el mejor.
Mañana más que nunca se paralizará el país. Entre las 12 y las 13:45 (siempre que no haya prórroga y salvando el descanso) no habrá por la calle nada más que gente (en su mayoría mujeres) que no le gusta el fútbol o que no tenga otro remedio que estar fuera sin poder estar delante de un televisor.
¡¡Vamos Argentina, carajo!!
29 junio 2006
El día previo
Etiquetas: Deportes
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